Reflexiones de las causas y efectos de una DANA
Narcís Prat
Profesor
emérito de Ecología de la Universidad de Barcelona
Día 30 de
octubre, estuve toda la mañana escuchando la radio y la tele de las
inundaciones de Valencia y al mismo tiempo estaba siguiendo unas charlas sobre
sequía y biodiversidad, ….vaya qué contradicción. Dos problemas tan diferentes
(sequía e inundaciones) que tienen muchos puntos en común. Alud de
informaciones de todo tipo y preguntas recurrentes. ¿Qué ha pasado? ¿Quién
tiene la responsabilidad? ¿De verdad que no se podía hacer nada?
Primero pondremos
algunos puntos sobre la mesa que es necesario aclarar.
- Ha sido una
situación de lluvia excepcional que nunca se había visto. Falso. Ha
habido en un siglo 4 episodios de mayor lluvia. No es tan excepcional y además hubo
una buena previsión que podría pasar.
- No había
nada que hacer, la orografía y las características de esta DANA eran tan
fuertes que era imposible saber lo que iba a ocurrir. También es falso. Situaciones
similares se habían desarrollado en el mismo territorio u otros similares en períodos
históricos, y también algunas muy recientes. Los efectos de la DANA, fallecidos
incluidos, no se pueden atribuir a la fatalidad y la excepcionalidad, el
problema somos nosotros que nos hemos pensado que podríamos dominar la
naturaleza con nuestras infraestructuras, y que no se ha sido capaz de avisar a
las personas que estaban en terrenos vulnerables.
- Los ríos
están sucios y por eso ha habido tantos problemas. Falso también. En
los ríos se desarrolla vegetación en función de los cambios ambientales que se
suceden. Otra cosa son los coches, contenedores y otros objetos que están
dentro de los ríos y sobre todo en los barrancos y que no deberían estar. Aun sin
vegetación con estos caudales los efectos habrían sido devastadores, por las
rocas, piedras y otros objectos arrastrados.
- Cuando cae
un puente la culpa es del río y la basura que arrastra. No es verdad.
El problema no es del río y lo que arrastra, sino de los puentes como están
hechos. Cuando se diseña un puente se hace en función de un caudal líquido,
pero, en una gran crecida, el problema no es sólo la cantidad de agua, sino los
sólidos que arrastra. Estos se pueden acumular en los puentes porque no están bien
diseñados o porque los arcos son demasiado pequeños o pasan carreteras entre
ellos. Antes de querer controlar el río, hay que comprobar si los puentes y
otros obstáculos son realmente adecuados para un río con mucho caudal sólido
(que como hemos dicho no depende de si el río está limpio o no en las grandes
avenidas).
- La culpa es
de la planificación territorial. Sí, y mucho. El principal
problema de las inundaciones y el por qué en esta DANA la situación ha sido tan
dramática, lo tiene la planificación territorial, que habitualmente se realiza cuando
no llueve. A lo largo de los años esta planificación ha permitido construir de
todo en las áreas de inundación (carreteras, polígonos Industriales, viviendas)
porque según los modelos de precipitación-escorrentía (para saber el área de
inundación), es muy poco probable que ocurra una inundación en algunas zonas
cercanas al río. Se habla de tiempo de retorno de 500 años como la inundación extraordinaria
que puede ser peligrosa. Pero los resultados de estos estudios son una
tendencia estadística, una probabilidad. Pero en realidad, en pocos días o en el
próximo año podría reproducirse esta situación. Con el
cambio climático los flujos y las áreas de inundación aumentarán, y lo extraordinario
ya no lo será tanto. Los criterios de zonas inundables deben adaptarse a las
nuevas condiciones del cambio climático.
- Controlamos
los ríos, los canalizamos y así se soluciona el problema. Error. Las
canalizaciones de ríos (basades en períodos de retorno de 500 años o menos
según el río) dan sensación de seguridad e influyen en la ocupación del territorio, igual que los
embalses. Como ahora ya estamos protegidos, se aprovechan zonas inundables para
hacer carreteras en la orilla, incluso los agujeros de puente se pueden cegar. En
la canalización se disminuye la sección lo que aumenta la peligrosidad de la
crecida. Poco a poco el río se adelgaza con carreteras y en algunas secciones urbanas
los ríos no pueden acomodar la crecida de los 25 años (por ejemplo en el Valle
de Arán). Y si hay sedimentos o rocas, aún peor. Las canalizaciones o tuberías
no son la solución. Un rio con muros es una solución para hoy y un gran riesgo
para mañana.
- El efecto regreso
es muy peligroso. Mucho. El efecto regreso es cuando un torrente, barranco
o un río que desemboca en otro río, no puede entrar en él, ya que también va
lleno. Las aguas, cuando no desguazan bien, suben por el río y aumentan los
desbordamientos rio arriba del lugar de la unión rio-barranco, especialmente si
se canaliza el barranco. Esto ha pasado en esta DANA. Se ha puesto como ejemplo
la canalización del Turia que ha hecho que no se inunde Valencia, pero habría
que investigar bien si no tiene esta canalización alguna culpa en la inundación
de la zona que se ha inundado.
- El papel de
los coches. Muy importante y grave. Cuando el río o un barranco se
desborda más allá de su canalización, el agua busca su camino. Si lo que
encuentra son campos de cultivo o huerta sin edificios, el agua inunda
ampliamente grandes superficies, pero el nivel no pasará de un metro excepto en
los lugares que esté a nivel muy inferior del río. Pero si encuentra edificios,
estos hacen el papel de una presa i desvían el agua a través de las calles. Con
calles vacía habrían inundado gran parte de los pueblos o ciudades, pero el nivel
en las casas no habría llegado a 2 metros. Los coches que arrastraba la corriente, en un
momento dado se han atorado y han hecho también de presa. El agua al no poder
pasar sube de nivel, como sigue viniendo agua del desborde, el nivel aumenta,
el agua no puede regresar al río. Solo así se explica que el agua haya llegado
a niveles de 2 metros dentro de las casas que han actuado como trampa, el agua
podía entrar, pero no podía salir.
- La DANA no tiene ningún efecto en el mar.
Error. Las DANA originan un aumento del nivel del mar con fuertes corrientes
y olas más grandes. Son las responsables de la erosión de nuestras playas y cordones
dunares (como el Trabucador en el Ebro). Esta barra está condenada a
desaparecer si los sedimentos depositados en los embalses del tramo final del
Ebro no se mobilizan.
Reacciones.
Ante las
inundaciones, hay una reacción y deberíamos reflexionar en que se podría hacer
para controlar las próximas riadas. Algunas soluciones (que suelen ser las más demandadas)
y que se aplican después de un DANA, pueden ser la raíz de los problemas que
aparecerán años después.
- Embalses.
La construcción de depósitos para acumular el agua de las riadas suele ser la primera
solución demandada. Un embalse da una sensación de seguridad porque permite
controlar las inundaciones pequeñas o medianas, pero pueden tener efectos
contraproducentes para grandes inundaciones, en función del nivel del embalse
en el momento de la DANA. Si el embalse se llena, empezará a soltar mucha agua,
lo que unido al propio caudal del rio aguas, puede causar más estragos. Aquello
que era inundable y con el embalse pensábamos que era más seguro se inunda de
forma dramática, y ahora está lleno de viviendas, polígonos industriales etc…. Y
en España ya no quedan sitios para más embalses.
- Canalización.
La canalización del río con paredes de hormigón también es una solución muy
demandada y que da seguridad. Pero puede ser un problema. La canalización de un
río generalmente implica que menos ancho de lo que era, lo que hace que el agua
se acelere en el área canalizada y aumente su capacidad de erosión. Las piedras
y los troncos que se arrastran rebotan en las paredes y pueden incluso derribar
estos muros. Cuando el río sale de la canalización, causa una mayor inundación
aguas abajo, porque no puede volver al río porqué ya que este está lleno. A
veces, la zona inundada está a un nivel inferior que la parte superior de la
canalización y el agua no puede ir a ningún sitio y la inundación es mucho más
peligrosa. Estas han sido alguna de las causas de los mayores daños en la DANA
de Valencia. La limpieza de los ríos no es una solución como hemos dicho antes.
- Urbanismo.
La clave de la peligrosidad de esta DANA ha sido que en el pasado se han dejado
desarrollar polígonos industriales, pabellones deportivos, depuradoras y muchas
otras infraestructuras en las antiguas zonas inundables que pensábamos que no
lo eran por estar los barrancos canalizados. I un modelo donde se ha primado la
movilidad des de las viviendas a los polígonos industriales, por esto hay
tantos coches. Ir a trabajar a pie o en un transporte público es la excepción,
todo el mundo quiere usar su coche o no tiene otra manera de ir a su trabajo. Independientemente
de los sistemas de alerta, este modelo de movilidad nos lleva a que el riesgo
de inundación catastrófica aumenta y mucho mas en las zonas vulnerables.
- Erosión de
las playas y cambios en la costa. Ante
este problema que se recrudecerá con el cambio climático, hemos reaccionado moviendo arena hacia arriba y
hacia abajo y, en pocas ocasiones, eliminando algunas carreteras o pasarelas
junto al mar. Todo esto es una solución para hoy, pero no para mañana, ya que
con el cambio climático nos lleva a unes costas más erosivas (también por el
incremento del nivel del mar) con menos playas y los Deltas en regresión.
- Ignorar el
cambio climático: Probablemente
se querrán resolver los problemas de la presente DANA con más infraestructura y
más canales. Y ese será un gran error. Se necesitan otras soluciones. En el
futuro las DANA se prevén más intensas y frecuentes. Las soluciones de ayer no
sirven para este escenario
¿No podemos hacer nada?
Si!!! Es necesario aprender de los procesos
naturales y aplicar soluciones basadas
en el conocimiento de estos. Afortunadamente, en el país hay muchas personas
que saben mucho como se originan las DANA, sus efectos o como hacerles frente. Algunas administraciones ya las han comenzado
a aplicar. El problema suele ser el financiamiento y el miedo de las
autoridades a aplicar las soluciones que no son fáciles
- ¿Qué hacer
con el problema de los ríos que se desbordan? Devolverles su cauce, ampliar
sus cursos, destruir los muros y dejar que el rio se expanda para reducir su
velocidad y capacidad erosiva. Ya se hace en muchas partes del mundo y también
en España, pero poco aún. Y si es necesario, demoler edificios y cambiar
infraestructuras. Estas soluciones suelen ser más barates y seguras que poner más
hormigón. Lo que hay que hacer es explicar bien lo que puede pasar, que
soluciones se proponen y proporcionar alternativas a los afectados.
- ¿Y para los
puentes y la infraestructura en los ríos? Pensar que el río no es solo agua
sino también sedimentos, rocas y árboles. Y diseñarlos para estas
circunstancias. Y prepararlos para un futuro con riadas más intenses.
- ¿Y para las
playas? Los diques, escolleras y otras protecciones pueden ser un gran problema
en el futuro. La única solución es prever el aumento del nivel del mar y crear cordones
de dunas que puedan resistir las tormentas con grandes olas. Habrá que repensar
que hacer con infraestructuras que están en primera línea de mar que habrá que
demoler
- ¿Y los Deltas?
Lo más barato es que los sedimentos de los embalses se movilicen hacia el mar. En
el Delta del Ebro ha sido estudiado y se sabe lo que hay que hacer. En este
momento, en este caso, solo se requiere que CHE (Confederación Hidrográfica del
Ebro) deje que la administración catalana aplique un plan que ya tiene
redactado. No podemos proteger la costa con medidas del siglo XX cuando sabemos
lo que nos espera para el siglo XXI.
- Mejor
prevención y coordinación. Lo que ha
pasado en Valencia es increíble, la falta de liderazgo y de coordinación es
algo inaudito. En Catalunya el plan Inuncat es un buen ejemplo de cómo
coordinar diferentes administraciones. Hay muchos otros ejemplos en España
sobre cómo hacer las cosas bien. Solo hace falta un buen protocolo y que todo
el mundo sepa lo que hay que hacer, lo que requiere mucha información y también
simulacros como los que se hacen para los incendios (cuando se hacen bien).
Cambio en el
modelo de urbanismo y desarrollo. Algo que se ha dicho muchas veces, pero nunca se practica. Las
prioridades de la población en general y la de los de los grupos de presión o los
gestores, muchas veces no coinciden. La sociedad del mas y más nunca nos puede preparar
para este futuro que el cambio ambiental nos dibuja. Hablar de decrecimiento
asusta, pero nos tendremos que dar cuenta que solo si cambiamos este modelo de
desarrollo podemos dar respuesta a los retos del futuro. Por más ministerios o consejerías
de transición ecológica que existan, lo que proponen no sirve para casi anda
que no sea intentar convencer a la gente que están haciendo alguna cosa. Los científicos
que defiende esta alternativa han sido calumniados, silenciados, maltratados y
en algunos países muertos. Responder a este reto, cambiar el modelo de
desarrollo, es el reto que tenemos.
Conclusión:
Reflexionemos y
no repitamos errores. ¿No nos dejamos llevar por el miedo y después de la DANA
que vamos a hacer? ¿Rehacer las
infraestructuras dañadas tal como estaban? Hacerlas aún más resistentes a lo
imposible? ¿Seguiremos planificando el territorio como hasta ahora? Tenemos un gran conocimiento de lo que hay que
hacer en nuestras universidades, centros de investigación y en la propia administración,
utilicémosla. Tenemos muy buenos técnicos en los Servicios de emergencia y
mucho conocimiento local, hagámosle caso.
Que no nos vendan las soluciones habituales, basadas en hormigón. Las
soluciones basadas en la naturaleza son las únicas posibles y sabemos cómo implementarlas.
Que la visión a corto plazo, y con ocasión de las próximas elecciones, no nos
haga perder la visión de futuro que necesitamos.
Sant Just
Desvern, 4 de noviembre de 2024