dilluns, 4 de novembre del 2024

Reflexiones de las causas y efectos de una DANA

Narcís Prat

Profesor emérito de Ecología de la Universidad de Barcelona

 

Día 30 de octubre, estuve toda la mañana escuchando la radio y la tele de las inundaciones de Valencia y al mismo tiempo estaba siguiendo unas charlas sobre sequía y biodiversidad, ….vaya qué contradicción. Dos problemas tan diferentes (sequía e inundaciones) que tienen muchos puntos en común. Alud de informaciones de todo tipo y preguntas recurrentes. ¿Qué ha pasado? ¿Quién tiene la responsabilidad? ¿De verdad que no se podía hacer nada?

Primero pondremos algunos puntos sobre la mesa que es necesario aclarar.

- Ha sido una situación de lluvia excepcional que nunca se había visto. Falso. Ha habido en un siglo 4 episodios de mayor lluvia. No es tan excepcional y además hubo una buena previsión que podría pasar.

- No había nada que hacer, la orografía y las características de esta DANA eran tan fuertes que era imposible saber lo que iba a ocurrir. También es falso. Situaciones similares se habían desarrollado en el mismo territorio u otros similares en períodos históricos, y también algunas muy recientes. Los efectos de la DANA, fallecidos incluidos, no se pueden atribuir a la fatalidad y la excepcionalidad, el problema somos nosotros que nos hemos pensado que podríamos dominar la naturaleza con nuestras infraestructuras, y que no se ha sido capaz de avisar a las personas que estaban en terrenos vulnerables.

- Los ríos están sucios y por eso ha habido tantos problemas. Falso también. En los ríos se desarrolla vegetación en función de los cambios ambientales que se suceden. Otra cosa son los coches, contenedores y otros objetos que están dentro de los ríos y sobre todo en los barrancos y que no deberían estar. Aun sin vegetación con estos caudales los efectos habrían sido devastadores, por las rocas, piedras y otros objectos arrastrados.

- Cuando cae un puente la culpa es del río y la basura que arrastra. No es verdad. El problema no es del río y lo que arrastra, sino de los puentes como están hechos. Cuando se diseña un puente se hace en función de un caudal líquido, pero, en una gran crecida, el problema no es sólo la cantidad de agua, sino los sólidos que arrastra. Estos se pueden  acumular en los puentes porque no están bien diseñados o porque los arcos son demasiado pequeños o pasan carreteras entre ellos. Antes de querer controlar el río, hay que comprobar si los puentes y otros obstáculos son realmente adecuados para un río con mucho caudal sólido (que como hemos dicho no depende de si el río está limpio o no en las grandes avenidas).

- La culpa es de la  planificación territorial. Sí, y mucho. El principal problema de las inundaciones y el por qué en esta DANA la situación ha sido tan dramática, lo tiene la planificación territorial, que habitualmente se realiza cuando no llueve. A lo largo de los años esta planificación ha permitido construir de todo en las áreas de inundación (carreteras, polígonos Industriales, viviendas) porque según los modelos de precipitación-escorrentía (para saber el área de inundación), es muy poco probable que ocurra una inundación en algunas zonas cercanas al río. Se habla de tiempo de retorno de 500 años como la inundación extraordinaria que puede ser peligrosa. Pero los resultados de estos estudios son una tendencia estadística, una probabilidad.  Pero en realidad, en pocos días o en el próximo año podría reproducirse esta situación.   Con el cambio climático los flujos y las áreas de inundación aumentarán, y lo extraordinario ya no lo será tanto. Los criterios de zonas inundables deben adaptarse a las nuevas condiciones del cambio climático.

- Controlamos los ríos, los canalizamos y así se soluciona el problema. Error. Las canalizaciones de ríos (basades en períodos de retorno de 500 años o menos según el río) dan sensación de seguridad e influyen en la  ocupación del territorio, igual que los embalses. Como ahora ya estamos protegidos, se aprovechan zonas inundables para hacer carreteras en la orilla, incluso los agujeros de puente se pueden cegar. En la canalización se disminuye la sección lo que aumenta la peligrosidad de la crecida. Poco a poco el río se adelgaza con carreteras y en algunas secciones urbanas los ríos no pueden acomodar la crecida de los 25 años (por ejemplo en el Valle de Arán). Y si hay sedimentos o rocas, aún peor. Las canalizaciones o tuberías no son la solución. Un rio con muros es una solución para hoy y un gran riesgo para mañana.

- El efecto regreso es muy peligroso. Mucho. El efecto regreso es cuando un torrente, barranco o un río que desemboca en otro río, no puede entrar en él, ya que también va lleno. Las aguas, cuando no desguazan bien, suben por el río y aumentan los desbordamientos rio arriba del lugar de la unión rio-barranco, especialmente si se canaliza el barranco. Esto ha pasado en esta DANA. Se ha puesto como ejemplo la canalización del Turia que ha hecho que no se inunde Valencia, pero habría que investigar bien si no tiene esta canalización alguna culpa en la inundación de la zona que se ha inundado.

- El papel de los coches. Muy importante y grave. Cuando el río o un barranco se desborda más allá de su canalización, el agua busca su camino. Si lo que encuentra son campos de cultivo o huerta sin edificios, el agua inunda ampliamente grandes superficies, pero el nivel no pasará de un metro excepto en los lugares que esté a nivel muy inferior del río. Pero si encuentra edificios, estos hacen el papel de una presa i desvían el agua a través de las calles. Con calles vacía habrían inundado gran parte de los pueblos o ciudades, pero el nivel en las casas no habría llegado a 2 metros.  Los coches que arrastraba la corriente, en un momento dado se han atorado y han hecho también de presa. El agua al no poder pasar sube de nivel, como sigue viniendo agua del desborde, el nivel aumenta, el agua no puede regresar al río. Solo así se explica que el agua haya llegado a niveles de 2 metros dentro de las casas que han actuado como trampa, el agua podía entrar, pero no podía salir.

- La DANA no tiene ningún efecto en el mar. Error. Las DANA originan un aumento del nivel del mar con fuertes corrientes y olas más grandes. Son las responsables de la erosión de nuestras playas y cordones dunares (como el Trabucador en el Ebro). Esta barra está condenada a desaparecer si los sedimentos depositados en los embalses del tramo final del Ebro no se mobilizan.

 

 Reacciones.

Ante las inundaciones, hay una reacción y deberíamos reflexionar en que se podría hacer para controlar las próximas riadas. Algunas soluciones (que suelen ser las más demandadas) y que se aplican después de un DANA, pueden ser la raíz de los problemas que aparecerán años después.

- Embalses. La construcción de depósitos para acumular el agua de las riadas suele ser la primera solución demandada. Un embalse da una sensación de seguridad porque permite controlar las inundaciones pequeñas o medianas, pero pueden tener efectos contraproducentes para grandes inundaciones, en función del nivel del embalse en el momento de la DANA. Si el embalse se llena, empezará a soltar mucha agua, lo que unido al propio caudal del rio aguas, puede causar más estragos. Aquello que era inundable y con el embalse pensábamos que era más seguro se inunda de forma dramática, y ahora está lleno de viviendas, polígonos industriales etc…. Y en España ya no quedan sitios para más embalses.

- Canalización. La canalización del río con paredes de hormigón también es una solución muy demandada y que da seguridad. Pero puede ser un problema. La canalización de un río generalmente implica que menos ancho de lo que era, lo que hace que el agua se acelere en el área canalizada y aumente su capacidad de erosión. Las piedras y los troncos que se arrastran rebotan en las paredes y pueden incluso derribar estos muros. Cuando el río sale de la canalización, causa una mayor inundación aguas abajo, porque no puede volver al río porqué ya que este está lleno. A veces, la zona inundada está a un nivel inferior que la parte superior de la canalización y el agua no puede ir a ningún sitio y la inundación es mucho más peligrosa. Estas han sido alguna de las causas de los mayores daños en la DANA de Valencia. La limpieza de los ríos no es una solución como hemos dicho antes.

- Urbanismo. La clave de la peligrosidad de esta DANA ha sido que en el pasado se han dejado desarrollar polígonos industriales, pabellones deportivos, depuradoras y muchas otras infraestructuras en las antiguas zonas inundables que pensábamos que no lo eran por estar los barrancos canalizados. I un modelo donde se ha primado la movilidad des de las viviendas a los polígonos industriales, por esto hay tantos coches. Ir a trabajar a pie o en un transporte público es la excepción, todo el mundo quiere usar su coche o no tiene otra manera de ir a su trabajo. Independientemente de los sistemas de alerta, este modelo de movilidad nos lleva a que el riesgo de inundación catastrófica aumenta y mucho mas en las zonas vulnerables.

- Erosión de las playas y cambios en la costa.  Ante este problema que se recrudecerá con el cambio climático, hemos  reaccionado moviendo arena hacia arriba y hacia abajo y, en pocas ocasiones, eliminando algunas carreteras o pasarelas junto al mar. Todo esto es una solución para hoy, pero no para mañana, ya que con el cambio climático nos lleva a unes costas más erosivas (también por el incremento del nivel del mar) con menos playas y los Deltas en regresión.

- Ignorar el cambio climático: Probablemente se querrán resolver los problemas de la presente DANA con más infraestructura y más canales. Y ese será un gran error. Se necesitan otras soluciones. En el futuro las DANA se prevén más intensas y frecuentes. Las soluciones de ayer no sirven para este escenario

 

¿No podemos hacer nada?

Si!!! Es necesario aprender de los procesos naturales  y aplicar soluciones basadas en el conocimiento de estos. Afortunadamente, en el país hay muchas personas que saben mucho como se originan las DANA, sus efectos o como hacerles frente.  Algunas administraciones ya las han comenzado a aplicar. El problema suele ser el financiamiento y el miedo de las autoridades a aplicar las soluciones que no son fáciles

- ¿Qué hacer con el problema de los ríos que se desbordan? Devolverles su cauce, ampliar sus cursos, destruir los muros y dejar que el rio se expanda para reducir su velocidad y capacidad erosiva. Ya se hace en muchas partes del mundo y también en España, pero poco aún. Y si es necesario, demoler edificios y cambiar infraestructuras. Estas soluciones suelen ser más barates y seguras que poner más hormigón. Lo que hay que hacer es explicar bien lo que puede pasar, que soluciones se proponen y proporcionar alternativas a los afectados.

- ¿Y para los puentes y la infraestructura en los ríos? Pensar que el río no es solo agua sino también sedimentos, rocas y árboles. Y diseñarlos para estas circunstancias. Y prepararlos para un futuro con riadas más intenses.

- ¿Y para las playas? Los diques, escolleras y otras protecciones pueden ser un gran problema en el futuro. La única solución es prever el aumento del nivel del mar y crear cordones de dunas que puedan resistir las tormentas con grandes olas. Habrá que repensar que hacer con infraestructuras que están en primera línea de mar que habrá que demoler

- ¿Y los Deltas? Lo más barato es que los sedimentos de los embalses se movilicen hacia el mar. En el Delta del Ebro ha sido estudiado y se sabe lo que hay que hacer. En este momento, en este caso, solo se requiere que CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) deje que la administración catalana aplique un plan que ya tiene redactado. No podemos proteger la costa con medidas del siglo XX cuando sabemos lo que nos espera para el siglo XXI.

- Mejor prevención y coordinación.  Lo que ha pasado en Valencia es increíble, la falta de liderazgo y de coordinación es algo inaudito. En Catalunya el plan Inuncat es un buen ejemplo de cómo coordinar diferentes administraciones. Hay muchos otros ejemplos en España sobre cómo hacer las cosas bien. Solo hace falta un buen protocolo y que todo el mundo sepa lo que hay que hacer, lo que requiere mucha información y también simulacros como los que se hacen para los incendios (cuando se hacen bien).

Cambio en el modelo de urbanismo y desarrollo. Algo que se ha dicho muchas veces, pero nunca se practica. Las prioridades de la población en general y la de los de los grupos de presión o los gestores, muchas veces no coinciden. La sociedad del mas y más nunca nos puede preparar para este futuro que el cambio ambiental nos dibuja. Hablar de decrecimiento asusta, pero nos tendremos que dar cuenta que solo si cambiamos este modelo de desarrollo podemos dar respuesta a los retos del futuro. Por más ministerios o consejerías de transición ecológica que existan, lo que proponen no sirve para casi anda que no sea intentar convencer a la gente que están haciendo alguna cosa. Los científicos que defiende esta alternativa han sido calumniados, silenciados, maltratados y en algunos países muertos. Responder a este reto, cambiar el modelo de desarrollo, es el reto que tenemos.

 

Conclusión:

Reflexionemos y no repitamos errores. ¿No nos dejamos llevar por el miedo y después de la DANA que vamos a hacer? ¿Rehacer  las infraestructuras dañadas tal como estaban? Hacerlas aún más resistentes a lo imposible? ¿Seguiremos planificando el territorio como hasta ahora?  Tenemos un gran conocimiento de lo que hay que hacer en nuestras universidades, centros de investigación y en la propia administración, utilicémosla. Tenemos muy buenos técnicos en los Servicios de emergencia y mucho conocimiento local, hagámosle caso.
Que no nos vendan las soluciones habituales, basadas en hormigón. Las soluciones basadas en la naturaleza son las únicas posibles y sabemos cómo implementarlas. Que la visión a corto plazo, y con ocasión de las próximas elecciones, no nos haga perder la visión de futuro que necesitamos.

Sant Just Desvern, 4 de noviembre de 2024

 


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